De juampedro o de jandilla

Incluso si estás muerto no debes permitir que te entierren

13.5.07

Variedad de capas, monotonía de comportamientos

Mal empieza mi Sanisidro.
Por razones que no vienen al caso no pude asistir a las corridas de Martelilla y Lagunajanda. Y menos mal, porque por lo que me contaron aquello no funcionó. Aunque era bastante previsible, la verdad.

Así que mi Isidrada comenzó con lo de Arauz de Robles. Echaron seis toros de capa variada, tres melocotones en distintas variedades: de Calanda, murciano y en almibar (el primero). Uno negro y dos novilletes cardenos.

Variedad de colores, pitones astifinos y uniformidad en el comportamiento, poca casta, poca bravura y poca fuerza. Aunque mucha clase y nobleza en el primero, desaprovechado por un Jean Baptiste que estuvo funcionarial y como sin ilusión. A pesar de que la plaza estaba fácil, fácil. Una lástima. Porque fue el único toro con opciones reales de la corrida. El resto no valieron. Y tampoco el quinto, que creo que engañó a la gente. Se arrancaba pronto, pero siempre con la cara a media altura y pegando un derrote a mitad de pase. En todos los pases remató por encima del pecho del matador. Con él Valverde estuvo valiente y muy técnico, sin adelantar la muleta para tratar de aprovechar el viaje del toro al máximo y que el derrote llegara al final del pase y no en el embroque. No todo el mundo lo vió así, pero a mi eso me pareció. Y el mulillero le cortó una oreja. A mi los despojos me dan igual, me quedo con lo que veo, pero lo del presidente fue impresentable.

Iván Vicente, vulgar y sin decir nada. Y el francés pegó dos grandes estocadas, que conste.