Santacolomas
Durante los setenta y ochenta, hubo una terna de ganaderías de santacoloma que eran fijas en todos los ábonos. Estas ganaderías eran las sevillanas de José Luis Buendía y su hermana de Felipe Bartolomé y la de Dionisio Rodríguez de Salamanca.
A partir de los noventa, estas ganaderías fueron perdiendo cartel por diversas razones, la mayoría de ellas ligadas entre sí. Los toreros comenzaron a hacerle ascos por el punto de picante que tenían, cada vez era más complicado que los toros del encaste buendía aprobasen en los reconocimientos, para los empresarios todo eran problemas, los ganaderos las sacaron de tipo para intentar adaptarse a los nuevos tiempos, los toros salían cada vez con más problemas y más parados al no estar en tipo, por lo que los toreros ponían cada vez más pegas. Y vuelta a empezar. Todo esto, sumado a los distintos problemas familiares de alguno de los titulares, hizo que estas tres ganaderías hayan desaparecido de los carteles de todas las ferias.
En paralelo, otros ganaderos de éste y similares encastes, como Alvaro Martínez Conradi, ante los problemas para ir con corridas de toros a las grandes ferias, se enfocaron en desarrollar un producto ganadero para las novilladas de las plazas de primera como Madrid o Zaragoza, muy encastado, que pasaba los reconocimientos sin problemas y que brindaba grandes tardes siempre que hubiese delante novilleros dispuestos a plantarles cara. Este producto goza de notable aceptación y con él han sido capaces de hacerse un hueco en ferias como las de San Isidro, donde año tras año son esperados por la afición fetén. Y ha servido para asegurar la viabilidad en los ruedos de este encaste.
Ayer, la ganadería de Buendía, con el hierro de Bucaré, de Javier Buendía, volvió a las Ventas en una novillada, siguiendo la senda que ya marcó la gandería de la Quinta. Trajo seis novillos preciosos, unos zapatos, muy finos y muy entipados. De ellos salieron cuatro (los cuatro primeros) de juego más que notable. Se dejaron pegar en el caballo, algunos incluso se arrancaron de largo, aunque se echó de menos algo más de fijeza. En la muleta desarrollaron movilidad y a ratos también nobleza, aunque no con la listeza y la sangre caliente que era típica hace unos años. Pero aún así, en general dieron buen juego y despertaron el interes de los que por allí estuvimos. La terna que tuvieron enfrente no era la ideal, muy poco plazeados y casi seguro que sin conocer el encaste, hicieron lo que pudieron. En otras manos seguro que hubiese lucido más.
En cualquier caso una buena noticia sin duda, que los toritos de Buendía vuelvan a las plazas. Aunque queda todavía trabajo por delante.
Por cierto, estuvo fenomenal con los palos y sobre todo con el capote Jesús Pérez, el Madrileño. Está pidiendo a gritos sitio en una cuadrilla de nivel.
A partir de los noventa, estas ganaderías fueron perdiendo cartel por diversas razones, la mayoría de ellas ligadas entre sí. Los toreros comenzaron a hacerle ascos por el punto de picante que tenían, cada vez era más complicado que los toros del encaste buendía aprobasen en los reconocimientos, para los empresarios todo eran problemas, los ganaderos las sacaron de tipo para intentar adaptarse a los nuevos tiempos, los toros salían cada vez con más problemas y más parados al no estar en tipo, por lo que los toreros ponían cada vez más pegas. Y vuelta a empezar. Todo esto, sumado a los distintos problemas familiares de alguno de los titulares, hizo que estas tres ganaderías hayan desaparecido de los carteles de todas las ferias.
En paralelo, otros ganaderos de éste y similares encastes, como Alvaro Martínez Conradi, ante los problemas para ir con corridas de toros a las grandes ferias, se enfocaron en desarrollar un producto ganadero para las novilladas de las plazas de primera como Madrid o Zaragoza, muy encastado, que pasaba los reconocimientos sin problemas y que brindaba grandes tardes siempre que hubiese delante novilleros dispuestos a plantarles cara. Este producto goza de notable aceptación y con él han sido capaces de hacerse un hueco en ferias como las de San Isidro, donde año tras año son esperados por la afición fetén. Y ha servido para asegurar la viabilidad en los ruedos de este encaste.
Ayer, la ganadería de Buendía, con el hierro de Bucaré, de Javier Buendía, volvió a las Ventas en una novillada, siguiendo la senda que ya marcó la gandería de la Quinta. Trajo seis novillos preciosos, unos zapatos, muy finos y muy entipados. De ellos salieron cuatro (los cuatro primeros) de juego más que notable. Se dejaron pegar en el caballo, algunos incluso se arrancaron de largo, aunque se echó de menos algo más de fijeza. En la muleta desarrollaron movilidad y a ratos también nobleza, aunque no con la listeza y la sangre caliente que era típica hace unos años. Pero aún así, en general dieron buen juego y despertaron el interes de los que por allí estuvimos. La terna que tuvieron enfrente no era la ideal, muy poco plazeados y casi seguro que sin conocer el encaste, hicieron lo que pudieron. En otras manos seguro que hubiese lucido más.
En cualquier caso una buena noticia sin duda, que los toritos de Buendía vuelvan a las plazas. Aunque queda todavía trabajo por delante.
Por cierto, estuvo fenomenal con los palos y sobre todo con el capote Jesús Pérez, el Madrileño. Está pidiendo a gritos sitio en una cuadrilla de nivel.
3 Comments:
At 12:46 p. m., V. Sánchez López said…
La recuperación de un casta muy necesaria para la fiesta.
At 12:57 p. m., Aficionados al toro said…
Acaba de nacer –El blog del Manifiesto de los Aficionados– para sumar adhesiones a la iniciativa de un grupo de aficionados a los toros que reclaman una fiesta íntegra, auténtica y justa.
At 6:21 p. m., Florito said…
Un nuevo Blog
"SAN ISIDRO 2007 La feria mas importante del mundo desde el punto de vista de los aficionados".
http://feriasanisidro.blogspot.com/
Visitalo
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