El triunfo de la voluntad
Para ser figura del toreo, lo primero es querer serlo.
Parece una perogrullada, pero es una verdad como un templo. Y es lo que hoy ha marcado la diferencia en Las Ventas.
Ha llegado a confirmar alternativa un chaval que tiene claro que lo que quiere es ser figura. Y que para ser figura uno tiene que estar dispuesto a dejarse la piel, y lo que haga falta en el intento, al menos en las tres o cuatro tardes clave que todo torero tiene en su carrera.
Hoy era una de ellas para Talavante. Y Talavante vino dispuesto a dejarse la piel, y lo que hiciera falta en el intento. Y el público lo capto, y le empujó y le jaleó. Porque lo que vió era distinto a lo habitual. No había la desgana ni el conformismo habitual de tantos y tantos confirmantes, que no necesariamente son peores toreros que Talavante. Algunos, significativamente mejores, pero sin duda menos ambiciosos. Hoy había ganas de triunfo a golpe cantado por parte de Talavante. Y como suele ocurrir en estos casos, lo hubo.
A mi no me gustó especialmente lo que hizo Talavante. Se le fue sin ninguna duda el primer toro, que era de dos orejas, y en su segundo hubo poca cabeza. Pero un corazón que no le abrochaba el chaleco. Me gustó como salió a la plaza.
Y me preocupan y mucho, Juli y Manzanares. Juli, porque no fue capaz de meterse en el bolsillo a la plaza en su primero. Un toro incierto, eso sí, con alguna complicación, pero nada que Juli no hubiese sido capaz de remontar en otros tiempos. Quizá sea falta de ilusión, no se. El caso es que el público ya no está con él.
El cuarto era imposible, un inválido, del que nadie se dió cuenta que lo era hasta el tercio de banderillas. Debe ser que la gente no mira al toro. O lo mira y no lo ve. Estuvieron pitando al primero, que era flojo, sí, pero que se desplazaba, metía la cabeza y era de triunfo seguro. Y con la mierda del cuarto no dijeron ni pio. En cualquier caso el Juli le pegó dos estoconazos a sus toros, como pocas veces se ven. El espadazo al cuarto fue antológico por lo despacio que ejecutó el volapie. Grande Juli con la espada.
Manzanares hizo el toreo de mayor calidad de toda la tarde, sin duda, pero tampoco me convenció. Fue la antitesis de Talavante. Le costó un mundo ver al quinto, y a su primero directamente ni lo vió, ni ganas. Parecía que la gente tenía más ganas que él de que triunfase. Y eso no es bueno, dice poco de un torero. Y la gente le empujó, y le esperó y le aguantó, hasta que consiguió sacar un par de series, excelentes eso sí. Valió la pena la espera. Pero en mi opnión quedó un regusto como de insuficiente. Y luego que digan que el público de Madrid es malo, vamos anda. Yo soy Manzanares y le pongo un monumento a este bendito público.
La corrida del Puerto, con su mansedumbre, y su falta de fuerzas en alguno y todo lo que ustedes quieran, echó un par de toros de triunfo grande, el primero y el quinto. Y si me apuran hasta el manso sexto, que luego se desplazaba como una locomotora. Alguno hubo también más incomodo como el segundo o el tercero pero con los que también se podía construir algo digno, o incluso un inválido, el cuarto. Yo si fuese torero me apuntaba a todas este año.
En la plaza había un ambientazo ambientazo, estabamos todos los habituales y mucha gente nueva. Tres cuartos largos de plaza, a pesar de que era televisada en abierto por Telemadrid (lástima, sino seguro que llenan), de las fechas vacacionales y de que hacía una tarde rara. La empresa debería pensar en dar más carteles de este tipo, tan bien pensados y conjuntados, que la gente responde.
Parece una perogrullada, pero es una verdad como un templo. Y es lo que hoy ha marcado la diferencia en Las Ventas.
Ha llegado a confirmar alternativa un chaval que tiene claro que lo que quiere es ser figura. Y que para ser figura uno tiene que estar dispuesto a dejarse la piel, y lo que haga falta en el intento, al menos en las tres o cuatro tardes clave que todo torero tiene en su carrera.
Hoy era una de ellas para Talavante. Y Talavante vino dispuesto a dejarse la piel, y lo que hiciera falta en el intento. Y el público lo capto, y le empujó y le jaleó. Porque lo que vió era distinto a lo habitual. No había la desgana ni el conformismo habitual de tantos y tantos confirmantes, que no necesariamente son peores toreros que Talavante. Algunos, significativamente mejores, pero sin duda menos ambiciosos. Hoy había ganas de triunfo a golpe cantado por parte de Talavante. Y como suele ocurrir en estos casos, lo hubo.
A mi no me gustó especialmente lo que hizo Talavante. Se le fue sin ninguna duda el primer toro, que era de dos orejas, y en su segundo hubo poca cabeza. Pero un corazón que no le abrochaba el chaleco. Me gustó como salió a la plaza.
Y me preocupan y mucho, Juli y Manzanares. Juli, porque no fue capaz de meterse en el bolsillo a la plaza en su primero. Un toro incierto, eso sí, con alguna complicación, pero nada que Juli no hubiese sido capaz de remontar en otros tiempos. Quizá sea falta de ilusión, no se. El caso es que el público ya no está con él.
El cuarto era imposible, un inválido, del que nadie se dió cuenta que lo era hasta el tercio de banderillas. Debe ser que la gente no mira al toro. O lo mira y no lo ve. Estuvieron pitando al primero, que era flojo, sí, pero que se desplazaba, metía la cabeza y era de triunfo seguro. Y con la mierda del cuarto no dijeron ni pio. En cualquier caso el Juli le pegó dos estoconazos a sus toros, como pocas veces se ven. El espadazo al cuarto fue antológico por lo despacio que ejecutó el volapie. Grande Juli con la espada.
Manzanares hizo el toreo de mayor calidad de toda la tarde, sin duda, pero tampoco me convenció. Fue la antitesis de Talavante. Le costó un mundo ver al quinto, y a su primero directamente ni lo vió, ni ganas. Parecía que la gente tenía más ganas que él de que triunfase. Y eso no es bueno, dice poco de un torero. Y la gente le empujó, y le esperó y le aguantó, hasta que consiguió sacar un par de series, excelentes eso sí. Valió la pena la espera. Pero en mi opnión quedó un regusto como de insuficiente. Y luego que digan que el público de Madrid es malo, vamos anda. Yo soy Manzanares y le pongo un monumento a este bendito público.
La corrida del Puerto, con su mansedumbre, y su falta de fuerzas en alguno y todo lo que ustedes quieran, echó un par de toros de triunfo grande, el primero y el quinto. Y si me apuran hasta el manso sexto, que luego se desplazaba como una locomotora. Alguno hubo también más incomodo como el segundo o el tercero pero con los que también se podía construir algo digno, o incluso un inválido, el cuarto. Yo si fuese torero me apuntaba a todas este año.
En la plaza había un ambientazo ambientazo, estabamos todos los habituales y mucha gente nueva. Tres cuartos largos de plaza, a pesar de que era televisada en abierto por Telemadrid (lástima, sino seguro que llenan), de las fechas vacacionales y de que hacía una tarde rara. La empresa debería pensar en dar más carteles de este tipo, tan bien pensados y conjuntados, que la gente responde.
3 Comments:
At 7:40 p. m., Anónimo said…
Que la corrida tuvo 2 toros de triunfo grande, sí. El 1º y el 6º. El 5º estaba bastante rajadito, aunque a Manzanares le faltó un puntito. Si la gente le esperó y le aguantó fue porque pegó los mejores doblones para iniciar la faena que se hayan visto en mucho tiempo.
Yo lo que creo es que había bastantes más ganas de triunfo de Talavante por parte de la gente que del propio Talavante. Es inconcebible que se le saque a saludar al tercio en el 1er toro después del petardo con la espada y del barullo y los enganchones.
En el 6º estuvo muy bien.
Ya se ha conseguido, ya es torero de Madrid (como Rincón, El Cid, Robleño, etc...), toreros que hagan lo que hagan estarán bien vistos.
Yo por El Juli no me preocuparía en absoluto, yo le vi en Olivenza y con un toro más rajado que el de Talavante estuvo cumbre, le vi en Gijón y reventó otro toro, le vi el día que Madrid regaló una Puerta Grande al Cid por no quedarse quieto el año pasado y el taco que le formó al toro de Ana María Bohórquez fue histórico.
Lo que me preocupa y mucho es el carácter pueblerino que está cogiendo Madrid. Aquí sólo salen a hombros los que le caen bien a algunos.
Ojalá algún día se respetase a todos los toreros durante las faenas. Es el único sitio donde te pitan cuando estás delante de la cara del toro. Yo entiendo que el Juli se desanime. Mató 6 toros hace 2 años, estuvo colosal y ni reconocérselo. Hace la faena de la feria el año pasado y le dan sólo una oreja y de milagro y encima este año hace el esfuerzo de venir 3 tardes a Madrid y el 1er. día le están pitando cuando tuvo un lote sin posibilidad alguna. No hay derecho.
Aquí el que viene de pobrecito triunfa y al que viene rico y con dinero por muchas ganas que tenga de triunfar, ni pan ni agua. Habría que ser un público menos demagógico, menos envidioso y más justo. Duro, pero con todos.
At 8:14 p. m., Anónimo said…
A Talavante se le fué toro y medio, así como suena. Es increíble que con tan poco bagaje se pueda abrir la puerta grande de Las Ventas. Muchas ganas, sí, pero deslavazado, enganchado, ¿y con la espada?. Hay mucha gente que torea mucho mejor que él y no mata los toros, y todo el mundo dice que así no se puede funcionar en esto (caso de Luís Vilches), pero Talavante ha caído de pié en Madrid, como hay otros que nacen estrellados.
Habrá que recordar a más de uno de los que se sientan en la que dicen que es la primera plaza del mundo que para cortar dos orejas allí hay que cuajar un toro con el capote y la muleta y matarlo irreprochablemente por arriba, y yo no ví nada de eso, ni siquiera que se le pareciera.
At 8:21 p. m., sergi said…
Estoy bastante de acuerdo contigo en lo que dices de Juli, sobre todo en tus apreciaciones del año pasado y este. En cualquier caso es preocupante, en un torero como él no sea capaz de sobreponerse al ambiente y que al menos la gente le preste atención. Más teniendo en cuenta que fue el torero que más se cruzo durante toda la tarde, y eso se supone que en Madrid gusta.
Discrepo contigo en lo de Manzanares, si el publico no hubiese sido santo con el, todavía estaría pegandole trallazos, y en cualquier caso la faena fue muy irregular, y no completamente por culpa del toro.
En cuanto a Talavante, dejando al margen su calidad taurina (a mi no me gusto, no vio a sus toros, especialmente al primero, estuvo muy aperreado y pega unos muñecazos al final del pase desplazando al toro hacia afuera que son horribles), se agardece la voluntad. Eso sí, dentro de dos años, por esas mismas faenas no le dan ni palmas, y sino al tiempo.
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