El indulto no es un trofeo

Una semana sí y otra también, salta la noticia del indulto de un toro en uno de esos ruedos de Dios. Sorprendente sin duda, y más teniendo en cuenta el estado actual de casta y bravura de la gandería de lidia, sobre todo en las plazas de segunda y tercera, que es donde más se da tan feliz suceso. No estoy muy seguro (no he sido capaz de encontrar el dato exacto, aunque tampoco lo he buscado con mucho interés), pero debemos llevar más de una veintena de toros a los que se les perdona la vida esta temporada: Valdefresnos en Palencia y Beziers, uno de Barral en Alcazar de San Juan, Fuente Ymbros en Almagro y otras muchas plazas, hasta en Membrilla se ha indultado un Samuel... Los benefactores de tanto toro de ensueño, pues casi todo el escalafón: Perera (sin duda uno de los especialistas en este tipo de hazañas), Abellán, Castella, Padilla, hasta Finito!!! (bueno, éste los indulta pero también cuando le tocan los tres avisos). Por no hablar de Ponce, que lleva más de veinte toros indultados a lo largo y ancho de la geografía taurina en su carrera profesional.

No hay corrida que se precie sin indulto, el pañuelo naranja sin duda revolotea por los palcos mucho más que el verde, quién lo iba a decir. Y es que dentro de nada habrá que añadir un nuevo "trofeo" a la lista tradicional que solía premiar las actuaciones más o menos acertadas de los coletudos. Ya saben: división de opiniones, palmas, ovación, saludos, vuelta, petición, oreja, dos orejas, dos orejas y rabo e .... INDULTO.

Y para mi que no es eso, creo que se están confundiendo los términos, el indulto no es un trofeo al matador por una faena más o menos acertada o por haber "calentado" lo suficiente al público para que este lo solicite al "presi" de turno y verse así recompensado con los trofeos "simbólicos" sin haber pasado por el fielato de lo más arriesgado que se ha hace en una plaza y que es lo que da sentido a todo este tinglado, que no es otra cosa que la muerte del toro.

No, el indulto tiene una finalidad bien clara, que es permitir preservar como sementales a aquellos astados que por su bravura, comportamiento y hechuras excepcionales lo merezcan y a los que por una razón u otra no se les hubiesen detectado dichas condiciones con anterioridad a la lidia. Todo lo demás no deja de ser fraude y triunfalismo. El indulto no debe premiar a toros que se "tragaron" con nobleza y bondad cincuenta muletazos artísticos del matador correspondiente. ¿Y de trapío y hechuras que tal?: ¿En el caballo qué? ¿Un picotazo? ¿Y cómo salió del mismo? ¿Suelto? ¿Escarbó el toro? ¿Era encastado o la tonta del bote? ¿Se dejaba hacer, dices? ¿Daba miedo en su embestida, vamos, que si transmitía? ¿Era fiero?

Para ahondar en el tema, y pidiendo perdón de antemano por la autocita, copio un post que puse en uno de los foros de burladero.es, en los que un buenintencionado espectador pedía opiniones sobre el reciente indulto de uno toro de Fuente Ymbro por Finito en Almagro.

"En lo que va de temporada van indultados 18 toros, casi todos en plazas de tercera, por lo que no es ningún suceso extraordinario. Indultar o no un toro no supone una valoración de si Finito es buen o mal torero. Sin ir más lejos, Finito se dejó un toro vivo en la feria de Málaga de este año (plaza de primera). Así que menos indultar toros en plaza de tercera y más matarlos que es su obligación, que para eso presume de MATADOR de toros.

Un indulto supone siempre que el ganadero se ha equivocado o que el indulto es injustificado y fruto del festivalismo del público y de la falta de escrupulos de matadores, ganadero y autoridad. No hay que olvidar que el objetivo del indulto es conseguir un semental que de otra forma se hubiera perdido, luego:

1) Un indulto justificado es sintoma de un mal ganadero que no sabe lo que tiene en su casa y que debería haber detectado sus condiciones antes de lidiarlo en la plaza.

2) Los sementales se obtienes de las "cabezas de camada" tanto en presentación como en comportamiento: toros con la mejor presentación, de las mejores reatas de la casa. En las plazas de tercera, el "billete es chico" por lo que es IMPOSIBLE que ningún ganadero lidie su cabeza de camada en una plaza de tercera, salvo que no tenga más remedio.

3) En las plazas de tercera (y las segunda y muchas de primera por desgracia) es CASI IMPOSIBLE que la lidia se de en las condiciones para poder decidir si un toro merece ser semental o no. La bravura se ve fundamentalmente en el caballo y en esas plazas el toro entra una sola vez al caballo por lo que es CASI IMPOSIBLE detectar si tiene la calidad necesaria. Si habeis ido a alguna tienta de sementale sabreis que el toro entra bastantes más de un avez al caballo antes de decidir si sirve para semental o no (salvo en aquellas ganaderías que seleccionan por reata y no tientan)

4) Por todas estas razones de sentido común, el reglamento antiguo no permitía el indulto de toros en plazas de tercera. Las plazas de tercera son tan necesarias como cualquier otra para el toreo, pero por desgracia, un indulto en plaza de tercera no ofrece ninguna garantía de nada, salvo de un publico triunfalista, un ganadero y un matador aprovechado y una autoridad complaciente.

Perdón por haberme "enrollao" tanto."