Belmonte, la danza hecha toreo
Con ese título se estrena el próximo día 5 de septiembre un espectáculo de danza en el Teatro Albeniz de Madrid, que pretende reflejar la singular personalidad de Juan Belmonte. Para aquellos aficionados a la danza, la obra estará en cartel hasta el día 10 del mismo mes, con lo cual hay poquitos días para verla. Los precios de las entradas van desde los 15 euros. Os ofrezco la sinopsis del espectáculo para los que tengais curiosidad:
"El espectáculo plantea un recorrido por diferentes pasajes de la vida del torero de Sevilla: desde sus inicios, cuando tan sólo era un pillo callejero que, lleno de ilusión, daba capotazos con una manta, hasta su trágico final, lleno de desencanto y con el alma envejecida.Belmonte, la danza hecha toreo muestra sus primeros sueños y balbuceos de matador en la calle Ancha de Feria, la vida en los tablaos sevillanos de la Belle Époque, el origen de su mítica rivalidad taurina con Joselito, el éxito en los ruedos, el reconocimiento internacional y sus viajes por la América Latina más glamourosa.Pero Juan Belmonte era también un genio lleno de dudas e inseguridades. Un genio que jamás superó la muerte en el ruedo de Joselito, gran amigo además de antagonista, ni un rechazo amoroso que le dio más cornás que el mismo toro.Belmonte, muestra, en definitiva, una España efervescente, los entresijos de una época irrepetible: la Edad de Oro de la tauromaquia. Un tiempo en el que los maestros en el ruedo compartían vivencias y amistad con personajes de la talla de Valle-Inclán, Zuloaga o el mismo Ernest Hemingway. Utilizando un símil cinematográfico, podríamos decir que Belmonte es una biopic sin palabras, una biografía narrada con el baile, la música y la luz como únicas armas. La vocación de Belmonte no es el absoluto. No pretende ser un viaje exhaustivo por los hechos, lugares y personajes, sino destilar la gloria y el drama contenidos en una existencia y plasmarlos en un lienzo coreográfico; buscar las claves para entender la vida del torero, su sensibilidad y drama, configurando un relato que si non é vero é ben trovato.´´Te va a coger, muchacho´´: una anécdota retrata a los dos toreros y su sana rivalidad: Cuando Joselito era ya un novillero famoso y Belmonte aún luchaba por abrirse camino, coinciden los dos en un tentadero. Belmonte se va a la becerra y la cita. Joselito le advierte: ´´En ese terreno te va a coger, muchacho´´. Belmonte no se inmuta y la becerra lo voltea. Insiste hasta que consigue torearla. Luego se encara al torero famoso: ´´Que me iba a coger ya lo sabía yo´´-le dice-´´pero la gracia estaba en torearla justamente en ese terreno´´. Aquella respuesta incomodó tanto a Joselito que ya no dirigió la palabra a Belmonte en el resto la jornada.
Al margen de lo que la obra pueda tener de folclorismo (lo de la vida en los tablaos de la belle epoque suena especialmente rancio), me llama mucho la atención si los autores serán capaces de capturar la esencia del toreo de Juan Belmonte a través de la danza. Para mi, y por lo que he podido ver (en video y foto), leer y escuchar del toreo de "Juanito Terremoto", éste debía ser precisamente la antitesis de la danza. Físicamente contrahecho, torpe de piernas y limitado en sus movimientos, tuvo que cambiar la concepción del toreo desde su raíz e inventar el temple precisamente para suplir sus carencias físicas. El tema da mucho de sí, prometo seguir desarrollándolo.
La imagen, que me encanta, la he encontrado en el Club Taurino El Rabo
"El espectáculo plantea un recorrido por diferentes pasajes de la vida del torero de Sevilla: desde sus inicios, cuando tan sólo era un pillo callejero que, lleno de ilusión, daba capotazos con una manta, hasta su trágico final, lleno de desencanto y con el alma envejecida.Belmonte, la danza hecha toreo muestra sus primeros sueños y balbuceos de matador en la calle Ancha de Feria, la vida en los tablaos sevillanos de la Belle Époque, el origen de su mítica rivalidad taurina con Joselito, el éxito en los ruedos, el reconocimiento internacional y sus viajes por la América Latina más glamourosa.Pero Juan Belmonte era también un genio lleno de dudas e inseguridades. Un genio que jamás superó la muerte en el ruedo de Joselito, gran amigo además de antagonista, ni un rechazo amoroso que le dio más cornás que el mismo toro.Belmonte, muestra, en definitiva, una España efervescente, los entresijos de una época irrepetible: la Edad de Oro de la tauromaquia. Un tiempo en el que los maestros en el ruedo compartían vivencias y amistad con personajes de la talla de Valle-Inclán, Zuloaga o el mismo Ernest Hemingway. Utilizando un símil cinematográfico, podríamos decir que Belmonte es una biopic sin palabras, una biografía narrada con el baile, la música y la luz como únicas armas. La vocación de Belmonte no es el absoluto. No pretende ser un viaje exhaustivo por los hechos, lugares y personajes, sino destilar la gloria y el drama contenidos en una existencia y plasmarlos en un lienzo coreográfico; buscar las claves para entender la vida del torero, su sensibilidad y drama, configurando un relato que si non é vero é ben trovato.´´Te va a coger, muchacho´´: una anécdota retrata a los dos toreros y su sana rivalidad: Cuando Joselito era ya un novillero famoso y Belmonte aún luchaba por abrirse camino, coinciden los dos en un tentadero. Belmonte se va a la becerra y la cita. Joselito le advierte: ´´En ese terreno te va a coger, muchacho´´. Belmonte no se inmuta y la becerra lo voltea. Insiste hasta que consigue torearla. Luego se encara al torero famoso: ´´Que me iba a coger ya lo sabía yo´´-le dice-´´pero la gracia estaba en torearla justamente en ese terreno´´. Aquella respuesta incomodó tanto a Joselito que ya no dirigió la palabra a Belmonte en el resto la jornada.
Al margen de lo que la obra pueda tener de folclorismo (lo de la vida en los tablaos de la belle epoque suena especialmente rancio), me llama mucho la atención si los autores serán capaces de capturar la esencia del toreo de Juan Belmonte a través de la danza. Para mi, y por lo que he podido ver (en video y foto), leer y escuchar del toreo de "Juanito Terremoto", éste debía ser precisamente la antitesis de la danza. Físicamente contrahecho, torpe de piernas y limitado en sus movimientos, tuvo que cambiar la concepción del toreo desde su raíz e inventar el temple precisamente para suplir sus carencias físicas. El tema da mucho de sí, prometo seguir desarrollándolo.
La imagen, que me encanta, la he encontrado en el Club Taurino El Rabo
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