Hacer o no hacer el toreo
He ahí la cuestión. Hacer el toreo, darle fiesta al toro de acuerdo con sus características, tener los conocimientos para saber que lidia darle, cómo torearlo para sacar del toro todo lo que lleva dentro. No hacerlo, no ser capaz de comprender las características del toro y plantear faenas que no permiten que el toro desarrolle.
Ayer vimos los dos extremos, un matador de toros, Morante, que no hizo el toreo, que ante el que probablemente sea uno de los toros más bravos de la temporada no fue capaz de sacar de él todo lo que tenía, equivocando terrenos, distancias y velocidades. Se tapo con pinturerías vacías, sin fondo, mero esteticismo sin una razón de ser detras, y el ingnorante público (mucho público de aluvión ayer) pidió una oreja inmerecida después de un pinchazo, dos intentos ridículos de matar al encuentro y un sablazo infamante y tendido y un presidente condescendiente y poco aficionado que la concedió. ¿Qué hubiese pasado si Morante mata a la primera? ¿Qué le hubiesen dado?.
En otras manos Cubano hubieses sido de vuelta al ruedo, fijo.
Y otro que lo hizo, el Juli ante un toro quinto con una cabeza como una devanadera que lanzaba tornillazos a diestro y siniestro. Juli se puso, le hizo lo que tenía que hacer y el toro acaba corrigiendo su defecto y Juli dandoloe una serie inmensa, que certificaba el poder del hombre sobre la bestia y la corrección de todos sus defectos. Con todas las rigideces y falta de estética que ustedes quieran, pero aplicando la cabeza para hacer que un toro desarrollase lo que (no) llevaba dentro. Esa es la diferencia entre Morante y Juli, como la noche y el día.
Manzanares me gustó conceptualmente, bien colocado e intentando hacer el toreo, aunque no fue capaz de templar al toro en las series iniciales, sufrió muchos enganchones, por lo que el buen concepto se difuminó. Manzanares siguió insistiendo, porque tenía hambre de triunfo, pero el tiempo de la faena había pasado porque el toro duró poco. Las buenas intenciones se perdieron en una gabilla de pases sin sentido.
Ayer vimos los dos extremos, un matador de toros, Morante, que no hizo el toreo, que ante el que probablemente sea uno de los toros más bravos de la temporada no fue capaz de sacar de él todo lo que tenía, equivocando terrenos, distancias y velocidades. Se tapo con pinturerías vacías, sin fondo, mero esteticismo sin una razón de ser detras, y el ingnorante público (mucho público de aluvión ayer) pidió una oreja inmerecida después de un pinchazo, dos intentos ridículos de matar al encuentro y un sablazo infamante y tendido y un presidente condescendiente y poco aficionado que la concedió. ¿Qué hubiese pasado si Morante mata a la primera? ¿Qué le hubiesen dado?.
En otras manos Cubano hubieses sido de vuelta al ruedo, fijo.
Y otro que lo hizo, el Juli ante un toro quinto con una cabeza como una devanadera que lanzaba tornillazos a diestro y siniestro. Juli se puso, le hizo lo que tenía que hacer y el toro acaba corrigiendo su defecto y Juli dandoloe una serie inmensa, que certificaba el poder del hombre sobre la bestia y la corrección de todos sus defectos. Con todas las rigideces y falta de estética que ustedes quieran, pero aplicando la cabeza para hacer que un toro desarrollase lo que (no) llevaba dentro. Esa es la diferencia entre Morante y Juli, como la noche y el día.
Manzanares me gustó conceptualmente, bien colocado e intentando hacer el toreo, aunque no fue capaz de templar al toro en las series iniciales, sufrió muchos enganchones, por lo que el buen concepto se difuminó. Manzanares siguió insistiendo, porque tenía hambre de triunfo, pero el tiempo de la faena había pasado porque el toro duró poco. Las buenas intenciones se perdieron en una gabilla de pases sin sentido.
4 Comments:
At 4:08 p. m., Anónimo said…
¿equivocando terrenos...?.Se le olvida un detalle, y es el viento. Es lo que pasa cuando vemos la tauromaquia desde un punto de vista teórico, y de la condición del toro habría que hablar más despacio.
Un saludo.
At 6:02 p. m., sergi said…
Por favor, Oscar, si fue el toro el que a empujones sacó a Morante de los terrenos de tablas del 1 donde se había emperrado en hacerle la faena y se lo llevó al tercio del 9 dónde el toro desarrolló mucho más. Creo que hay que mirar más atentamente al toro y no sólo al torero. De la condición del toro se puede hablar largo y tendido.
Saludos
At 11:08 p. m., Anónimo said…
Se empeñó, es verdad, en llevarlo allí al 1,no sé porqué, pero enseguida si ves el video, lo sacó a los medios. El problema es que enseguida tuvo que cerrarlo por el viento.
Ahora,yo le digo,que estamos en un punto de exigencia y de examen continuo, que es imposible. No entiendo cómo un torero que se arrebata,que le pone tanto sentimiento,que le pone el alma a ésto...se le mide tanto por algunos. Es muy dificil, estar técnicamente perfecto cuando uno pone tanto sentimiento y tanto desgarro.
Yo le he visto a Morante faenas,muchas veces, más limpias y todo lo que usted quiera...Pero oiga, en un escalafón donde todos son iguales, y viene éste, y torea de capote muy,muy bien,y además en la muleta asienta los riñones,se rompe, y además tiene multitud de detalles y una torería fuera de lo normal, y le ponemos tantos peros....A parte de que el toro no era tan bueno, como algunos decís. Vamos, que no era el de Cuadri de hoy.
Si empezamos a sacar la regla y el cartabón a todos los videos de hace 30-40-50 años, echamos por tierra a muchos toreros muy bien considerados en el imaginario del aficionado.
At 10:23 a. m., Admin said…
¿existe la perfección? ¿se mide a todos igual?
No se puede hablar de terrenos un día como el viernes, donde había un auténtico vendabal.
Entre el uno y el dos, históricamente es donde menos viento hace en Las Ventas, creo que por eso se lo llevó allí, aunque luego lo sacó para fuera.
Me gusta Morante porque no se trae la faena echa del Hotel. La siente, la vive.
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