De juampedro o de jandilla

Incluso si estás muerto no debes permitir que te entierren

15.5.08

Arrebañar

Que difícil es irse. Que fácil es quedarse a "arrebañar" los últimos contratos, cuando ya no se tiene nada dentro que decir, cuando ya no hay ilusión, cuando todo se transforma en ventajas, en trucos, en desgana y en intentar aparentar lo que no se siente.

Así estuvo Esplá ayer: ventajista, desganado, sin ponerse ni una sola vez de verdad.

¿Por qué no se va? Si es que ya ni se saca los conejos de la chistera, ni se da los paseitos que arrancaban ooohhhhs de admiración de aquellos catetos con ínfulas, que creían estar viendo al mismo Joselito el Gallo, cuando lo que tenían delante no era más que un torero del montón, aunque listo a rabiar, eso sí, y con un sentido comercial que ya querrían para si los empresarios de Zara o El Corte Inglés. Les tenía perfectamente tomado el pulso, con una noción muy clara del espectáculo que vendía y del producto que tenía que colocar para tarde tras tarde mantener una cotización inexplicable y un puesto en el escalafón injusto a todas luces.

Debe ser duro para una persona inteligente como él pisar la plaza así, esperando arrebañar los últimos contratos con la ilusión de convertirse en comparsa del último galáctico aterrizado en el planeta tauro y estirando la goma para ver si con suerte uno llega y se le puede dar la alternativa al hijo y cerrar la tienda definitivamente.

El proclamado como heredero por los mismos del oooohhhh! estuvo también en la misma línea, intentando hacer ver que esta arrebatado cuando por dentro no hay ningún sentimiento, intentando transmitir electricidad cuando las pilas salieron a la plaza mojadas.

Ferrera a lo suyo, pares de banderillas espectaculares, aunque a mi me guste más citar en corto, hacer un leve cuarteo, clavar sin saltos ni alharacas y salir andando. El pueblo le dio una oreja, que solo puede calificarse como pueblerina. Adjetivo que aplica también al cartel en su conjunto y a la corrida, descastada, sin fondo, sin ambición (que los toros también tienen de eso) con que nos obsequió el señor Pereda.