Desilusión

Sentimiento de los aficionados después de ver la corrida de Adolfo Martín, hoy en las Ventas. La gente esperaba más, al reclamo del apellido Martín se llenó la plaza, colocándose el cartel de no hay billetes. Pero la corrida no salió como se esperaba. Muy desigual de presentación (aunque tomados uno por uno, los toros en general cumplían), la corrida no fue un dechado de bravura precisamente. Por allí abundó más el genio que la casta, las tarascadas, los toros reservones y las miradas malintencionadas.
Encabo muy espeso, con muchas precauciones en su lote (cosa que entiendo). Fundi, con ganas, aguerrido, sobre todo el el primero, al que curiosamente no tragó cuando tenía que hacerlo, que era en las primeras series por el pitón derecho, que por el izquierdo no tenía un pase el toro desde que salió. Cuando el toro terminó de aprender y de desarrollar sentido también por el derecho, allí se plantó el torero y le robó pases de mérito, tragando y aguantando, pero ¿por qué no lo hizo antes, cuando el toro se arrancaba como un tren? Finalmente, López Chaves, a cara de perro, con un valor seco que daba miedo, robándole series muy serias al sexto toro, tragando y aguantando, sin alharacas, sin carantoñas, sin arte ni filigrana, pero hecho un tío. Algunos se enteraron y otros no tanto. Lástima que no matara. Buen cierre de temporada en Madrid para un torero que va claramente a más. Su temporada 2007 va a ser clave.
Adolfo tiene que reflexionar, ¿demasiados toros en Madrid que hacen que el nivel medio baje? ¿No habra crecido demasiado esta ganadería en demasiado poco tiempo? O es que al fin y al cabo, hasta el mejor escribano echa un borrón.